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Las políticas y procedimientos para el éxito del Sistema de Seguridad

Una de las áreas más críticas para el estudio de una instalación incluye un entendimiento de las políticas escritas y no escritas y procedimientos usados en el sitio. Aunque muchas compañías mantienen una colección bien documentada de esta información, es común encontrar empleados usando otras o procedimientos no documentados para hacer su trabajo. Esta falta de alineamiento puede, a veces, causar serias discrepancias en la forma en que se espera se hagan las cosas y la forma en la que son, de hecho, logradas.
Estas discrepancias pueden ser menores, pero ocasionalmente causan un riesgo mayor y causan grandes problemas a la corporación. Por la naturaleza casual de las políticas y procedimientos no escritos, estas pueden ser difíciles de descubrir. Por eso es muy útil emplear algún tiempo en la instalación, observando cómo se hacen las cosas. Una forma de hacer esto es por medio de caminatas en la instalación acompañado de personal conocedor o responsable, pero también puede ser revelador emplear algún tiempo a solas visitando todas las áreas, dentro de los límites seguros, y observando el flujo general de trabajo.
Las políticas corporativas deben existir para que todos los empleados sepan que tienen derecho a la privacidad, o sitios de trabajo en donde no deben esperar tener dicha privacidad; la política corporativa que prohíbe el ingreso de drogas, alcohol, o armas en el predio; el uso de fuerza por parte de los guardias; y otras notificaciones de los requerimientos de la empresa. Los procedimientos corporativos deben reforzar las políticas detallando qué hacer, cuando son aplicables, quién es responsable, a través de entrenamiento apropiado para empleados y contratistas.
El entrenamiento sobre la correcta interpretación y aplicación de procedimientos corporativos debe ser proveído en la instalación. Si por ejemplo, hay un expectativa corporativa de que todo el mundo reciba entrenamiento de safety una vez al año, le incumbe a la organización comunicarlo abiertamente al empleado y entonces proveer acceso al entrenamiento.
Una falta de coordinación entre los requerimientos de la corporación y el entrenamiento puede reducir la moral y la productividad del empleado, e incrementar las posibilidades para un incidente de seguridad. De igual manera, si se espera que los empleados mantengan ciertos niveles de seguridad, pero no tienen entrenamiento en lo que ello significa día a día, puede haber descontento en todas las partes. El entrenamiento corporativo debe estar disponible para solidificar las expectativas del comportamiento del empleado y para demostrar que la gerencia está completamente comprometida con esta política. Si la gerencia no está comprometida, la política debe ser revisada o removida. El entrenamiento del empleado es una parte importante de la implementación de cualquier sistema corporativo, pero especialmente para la seguridad, porque los empleados pueden ser uno de los mejores recursos de prevención y detección.
La presencia o ausencia de políticas y procedimientos bien documentados, consistentemente aplicados puede ser indicación de cultura corporativa. Una cultura que está acostumbrada a clarificar expectativas y que es el soporte para lograrlas tendrá mayor posibilidad de acomodar la disciplina necesaria para sostener un efectivo sistema de seguridad. Si la cultura corporativa es menos disciplinada o más autónoma, un sistema de seguridad puede que no sea tan bien aceptado por los empleados, lo que puede ser un serio impedimento para el éxito del sistema.